BALANCE ENERGETICO DEL ETANOL

Los críticos de las iniciativas de desarrollo de biocombustibles afirman que el rendimiento energético de la obtención de etanol a partir del maíz es menor que uno, y, por lo tanto, esta forma de producción es un absurdo económico. En realidad el rendimiento energético de ese proceso es mucho mayor que uno y, además, insume básicamente gas, cuyo costo por caloría, es menos de la mitad del correspondiente a los combustibles líquidos.

Se denomina rendimiento energético de la producción de etanol a la relación entre las calorías que posee el biocombustible obtenido, y las consumidas en el proceso. Existe una extendida polémica respecto de cuál es el rendimiento del proceso de convertir maíz en etanol, mientras unos afirman que es mayor a 1,77 otros sostienen que es menor que uno.

En un estudio realizado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, se realiza un balance energético detallado de la obtención del etanol a partir del maíz, que determinó que para los procesos tecnológicamente más eficientes, la producción de fertilizantes y químicos utiliza una cantidad de energía igual al 10 % de las calorías totales contenidas en el etanol producido. La mayor parte de esta energía corresponde al gas natural utilizado en la obtención de fertilizantes nitrogenados.

Los equipos y automotores utilizados para producir el cereal consumen el 2,6 % de la energía total obtenida en el caso del diesel y el 1,3 % en el de la nafta.

El consumo de gas de los agricultores alcanza al 1,3 % de la energía total obtenida y el de electricidad el 1,1 %.

La transformación del maíz en etanol consume el 36,4 % de la energía total obtenida. Estas plantas usan como combustible gas natural.

El transporte del maíz hasta la planta de etanol, consume el 1,8 % de la energía total obtenida y el transporte del etanol hasta las refinerías donde se mezcla con la nafta, el 1,9 %.

Luego en el proceso de obtención de etanol a partir del maíz, utilizando las tecnologías energéticamente más eficientes, se consume en total el 56,40 % de la energía contenida en el etanol producto del proceso, lo que representa un razonable rendimiento energético del 1,77 %.

Además, la nafta y el gas oil utilizados representan menos del 10 % de la energía total obtenida, el resto, es gas, cuyo costo por caloría, en EEUU, es menos de la mitad del correspondiente a los combustibles líquidos , por lo que el costo de la energía que insume el proceso es menos del 30 % del valor de la producida.

Las críticas que se realizan a las políticas de desarrollo de biocombustibles basadas en el supuesto bajo rendimiento energético del proceso no tienen un sustento técnico económico razonable.