martes, 15 de junio de 2010

BIODIESEL- COMBUSTION LIMPIA Y EFICIENTE


BIODIESEL, UNA ALTERNATIVA DE COMBUSTION LIMPIA Y EFICIENTE

1- ¿Cómo se fabrica el biodiesel?
2- ¿En base a qué materias primas puede organizarse la industria argentina del biodiesel?
3- ¿Cuánto cuesta producir biodiesel?
4- ¿Qué conclusión general se desprende de lo expuesto?


¿Cómo se fabrica el biodiesel?
Mediante un proceso químico denominado transesterificación catalítica de glicéridos, en el cual se hace reaccionar aceite vegetal o grasa animal con un alcohol de bajo peso molecular (metanol o etanol), en presencia de un catalizador adecuado, a baja presión y temperatura.
Como consecuencia de la reacción se genera biodiesel con un rendimiento de conversión del 98% y, como subproducto principal, glicerina.
Debe destacarse que el biodiesel utiliza los aceites como materia prima, es decir que no se trata de un coproducto adicional de una aceitera ni tampoco de un proceso para aprovechar los desechos de esa industria.
En consecuencia, el precio del biodiesel depende tanto del proceso de obtención como del precio del aceite que se emplea como materia prima.

En teoría, una empresa aceitera que monte en su predio una planta para elaborar biodiesel podría decidir qué porcentaje de su producción comercializa en el mercado del aceite y cuánto destina al mercado de los combustibles, en función de los precios relativos y las demandas de ambos mercados.
En la práctica, la cuestión se complica un poco porque la cultura comercial de una empresa aceitera, estructuralmente exportadora (la Argentina exporta más del 90% de su producción anual de aceite), no es directamente transferible al rubro energético, orientado sobre todo al mercado local (especificaciones del producto, volúmenes de la demanda, sistemas de almacenamiento y transporte, canales de distribución, barreras de ingreso al mercado, etc.).

Además, orientar la producción de la empresa al rubro de biodiesel implica una decisión estratégica de inversión significativa: debe tenerse en cuenta que se trata de la fabricación de un commodity, es decir, de un producto de grandes volúmenes y bajo precio unitario, y por ello muy sensible a las economías de escala.
Al respecto, cabe mencionar que el costo de instalación (battery limits) de una planta industrial para elaborar biodiesel a partir de aceites vegetales puede oscilar entre U$S 450 por cada ton/año de capacidad instalada -para plantas de pequeño tamaño relativo (es decir, unos $ 4.500.000 para una planta del orden de las 10.000 ton/año de biodiesel)- y U$S 150 por cada ton/año de capacidad instalada para las de gran tamaño (o sea, alrededor de $15.000.000 para una instalación capaz de producir alrededor de 100.000 ton/año de biodiesel).
Si en lugar de los battery limits asociados a una planta aceitera existente, la fábrica de biocombustible debe construir grass roots (área de proceso, tanques de almacenamiento, servicios auxiliares, oficinas, laboratorios, terrenos, etc.) los valores citados se duplican.

¿En base a qué materias primas puede organizarse la industria argentina del biodiesel?

Como se ha mencionado, el biodiesel puede fabricarse a partir de aceites vegetales o de grasas animales, inclusive de baja calidad.
Sirva de ejemplo el caso de la cadena McDonald's en Austria, en cuyos 135 restaurantes recolecta anualmente 1.100 ton de aceite de freír usado, las que recicla transesterificándolas a ésteres metílicos de ácidos grasos (en otras palabras, biodiesel), combustible empleado luego en el transporte público de la ciudad de Graz.
No se dispone de datos respecto de los costos de este biodiesel, aunque en la ecuación económica global la firma quizás incluya un objetivo de posicionamiento de la marca en una Europa muy consciente de las cuestiones ambientales, con lo que absorbe los costos "hundidos" (por ejemplo, los de recolección del aceite reciclado) imputándolos a publicidad para llegar a un precio de venta competitivo del biocombustible elaborado.

Empero, aparte de casos especiales como el descripto, en la práctica, el único sector industrial que está en condiciones de proveer materia prima con los requisitos técnicos mínimos (estabilidad, residuo carbonoso de Conrad, etc.) en los volúmenes demandados para uso extendido y continuo por un mercado masivo como el de combustibles, es la industria de oleaginosas.

En 1998, la Argentina produjo 4,9 millones de ton (Mton) de aceites vegetales, de los cuales se exportaron poco más de 4 Mton. Esta producción se apoyó fuertemente en la soja y en el girasol (2,7 y 2 Mton de aceite, respectivamente). El 4% restante se distribuyó entre lino, maní y algodón.

Para completar el análisis es necesario cuantificar el rinde en biodiesel de las distintas oleaginosas, estimar un porcentaje de mercado a captar como objetivo, calcular el tonelaje de materia prima requerido para satisfacer ese objetivo y contrastar ese valor con la situación agrícola actual.

Por ejemplo, se estima que, por tonelada de soja, se obtienen unos 180 litros de biodiesel. Por otra parte, el consumo de gasoil en el país es del orden de 13 millones de m3 /año. Además, según se ha visto, la alternativa más probable de inserción de biodiesel en el mercado de combustibles (al menos en una primera etapa, y con los precios actuales), sería el de su uso en mezclas B20. De estos parámetros resulta que, para satisfacer la demanda potencial máxima para este escenario, es decir 2,6 millones de m3/año, se deben destinar a este fin unos 14,5 Mton anuales de soja.
Este volumen representa el 72,5% de la producción sojera estimada para la campaña 1999/2000 y, a los rindes promedio de esa campaña, involucra algo más de 6 millones de ha sobre un total de 8,4 millones de ha sembradas con este cultivo.
Debe señalarse, también, que la decisión de derivar esa cantidad de soja a la elaboración de biocombustible implicaría resignar la alternativa de exportación de aceites y harinas por el volumen equivalente u, opcionalmente, casi duplicar el área sembrada para satisfacer, al mismo tiempo, el mercado actual del grano y sus subproductos y el mercado potencial de biodiesel.
Desde el punto de vista macroeconómico, se debe también contrastar el ingreso por ventas que se obtendría del aceite generado por cada tonelada de soja (alrededor de $65 a los valores de abril/2000) con el correspondiente al biodiesel respectivo ($90 a 0,50 $/l). Esto deja un margen de $25 para pagar los costos de conversión aceite/biodiesel más la utilidad empresaria por cada ton de soja procesada. Este número sirve como guía básica para evaluar la viabilidad económica preliminar del emprendimiento.

¿Cuánto cuesta producir biodiesel?

Una primera referencia puede ser la historia de las tratativas para implementar una prueba piloto en la Argentina, en 1997, para lo cual se debían importar 10.000 galones de biodiesel. La cotización inicial de 3,19 U$S/galón (0,84 $/litro) no pudo ser mantenida debido al incremento de precios del aceite de soja a emplear como materia prima (mostrando el impacto significativo que tiene el costo de materia prima sobre el precio de este biocombustible), y subió un 27%, hasta 4,06 U$S/galón (1,07 $/l), para el cargamento que llegó al puerto de Buenos Aires en octubre de 1997.
Un enfoque más sistemático del costo de producción del biodiesel es el estudio de factibilidad que, en 1996, el INTA y la American Soybean Association realizaron para una planta elaboradora de biodiesel a partir de soja, asociada a una planta aceitera con una capacidad de molienda de 182.500 ton/año de soja, la que se destina en su totalidad a la producción de biocombustible líquido.
Resulta de esta manera una capacidad de producción de 33.000 ton/año de biodiesel, y se requiere una inversión de $ 6.000.000 para el montaje de la planta de proceso (independiente de la planta aceitera) cuya materia prima es el aceite y genera como coproductos, además del biodiesel, 3.400 ton/año de glicerina y 430 ton/año de ácidos grasos. Estos materiales se venden a 1,80 $/l y 0,50 $/l, respectivamente, generando un crédito de subproductos que permite bajar contablemente el costo de producción del biodiesel.
Este costo es muy sensible al de la materia prima principal (el aceite de soja en este caso). Si se toma el precio vigente a abril de 2000, 360 $/ton, resulta un costo de producción del biodiesel de soja de 0,42 $/l, que se eleva a 0,50 $/l al sumarle un 20% de ganancia comercial para la empresa elaboradora. Este precio de 0,50 $/l en la puerta de la planta es el que se utilizó antes para estimar el costo al público de B100 y B20. Si se toma el máximo histórico de cotización del aceite de soja -670 $/ton en mayo de 1998-, resulta un precio de biodiesel en puerta de planta de 0,95 $/l . Si se considera el mínimo histórico de cotización del aceite de soja -200 $/ton como promedio del año 1985-, resulta un precio de biodiesel en puerta de planta de 0,28 $/l. Esta gran dependencia respecto del costo de la materia prima puede entonces hacer oscilar el negocio entre: a) una competencia de precios en mercado libre para precios muy deprimidos del aceite; b) un requerimiento imprescindible de desgravación impositiva o de subsidio a los sectores de la demanda para compensar los mayores costos de combustible si se toman en cuenta los niveles actuales de precio, o c) la quiebra empresaria si se disparan los precios hacia los niveles de 1998.

¿Qué conclusión general se desprende de lo expuesto?

Si bien el precio de la materia prima tiene un impacto sustancial sobre el costo de producción del biodiesel, otros factores a evaluar en un estudio de factibilidad más general deberían ser, desde el punto de vista del proceso: 1) los rendimientos a partir de otras oleaginosas; 2) el empleo, como materia prima, de aceites de elevada acidez que habitualmente no pueden ser comercializados, y por lo tanto tienen un costo mucho menor; 3) el diseño del proceso de manera que pueda aceptar indistintamente diversas materias primas con un rango mínimo de estandarización, de tal forma que se pueda optar por una u otra según los precios de mercado para usos alternativos; 4) las economías de escala que se pueden alcanzar con distintos tamaños de planta, las inversiones requeridas para desarrollar el sector; etc.
No menos importante para la consideración global del tema son las externalidades, tales como: la generación de empleo y la demanda de mano de obra (tanto industrial en forma directa, como rural y del sector "servicios" en forma indirecta); el impulso para la extensión de la frontera agropecuaria, inclusive sobre la base de tierras marginales que puedan sustentar cultivos denominados "agroenergéticos"; la explotación del concepto de biocombustible "limpio" desde el punto de vista ecológico, como argumento de exportación a países del primer mundo; la segmentación del mercado consumidor procurando definir nichos en los que se valoricen las ventajas competitivas del producto (por ejemplo, explotar la característica de excelente biodegradabilidad para ingresar al mercado de los combustibles náuticos usados en ríos, lagos y represas de los que se toma el agua potable), con el doble propósito de definir una estrategia de penetración y relativizar la desventaja comparativa de precios; etc.

Por el Ing. Gerardo López, profesional del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en el Instituto de Desarrollo y Diseño (Ingar/Conicet), y docente-investigador en la Facultad Regional Santa Fe de la Universidad Tecnológica Nacional.
Adaptación: Lic. Enrique A. Rabe, Area de Comunicación Social del Centro Regional de Investigación y Desarrollo de Santa Fe (Ceride/Conicet).
© INGAR - CERIDE
http://www.ceride.gov.ar/servicios/comunica/biodiesel.htm

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